miércoles, 14 de marzo de 2012

A DAY IN THE LIFE

Se sentó a leer el periódico en una de las mesas del bar. Comenzó leyendo una noticia sobre como el ejercito de Siria destruía lo poco que esas personas inocentes tenían, y como destrozaban familias a golpe de cañón, misiles y balas. Entonces ella se sentó enfrente de él.
- Hola. ¿Qué tal? - le preguntó.

Él desvió la mirada del periódico y la dirigió hacia su acompañante.

- ¡Hola! - se sorprendió – Estoy bien, aquí, enterándome de las noticias del mundo. – dijo mientras cerraba, doblaba y dejaba el periódico a un lado.- ¿Y tú?

- Bien, acabo de salir de clase, te he visto y he parado a ver como estabas.

- Bueno, me desperté y me caí de la cama. Después tomé una taza de café y me lavé los dientes y la cara. Cogí mi abrigo y mi sombrero, y encontré el camino para bajar las escaleras.

Ella se rió de lo absurdo que sonaba todo eso y le dijo:

- Pero, si no llevas sombrero.

- Ya, lo he dicho para parecer más interesante.

Y así charlaron durante largo rato, hasta que llegaron a un tema espinoso.

- Me dices que quieres una revolución. Sí, todos queremos cambiar el mundo, ¿sabes? Dices que tienes una solución. Muy bien, veamos tu plan, pero no cuentes con mi contribución. Creo que no vas a lograr hacerlo con nadie de todos modos. – dijo de forma acalorada y alzando la voz. Entonces, se levantó y continuo diciendo – Quieres una revolución. JA. Libera primero tu mente, mejor, después veras la evolución.

Cogió el periódico del bar y salió de allí rápidamente. Las dudas que poco a poco habían surgido en su cabeza florecieron y dominaron sus pensamientos. ¿Por qué lo había hecho después de todo el daño que causó? ¿Por qué no tuvo valor? Aceleró el paso para intentar dejar las dudas atrás. No era posible.

Llegó a casa y se dio cuenta de que había robado el periódico, así que continúo leyéndolo. Esta vez se paró en una noticia trágica. Decía que un joven que había alcanzado su meta, había sido arrollado por un camión por un camión. El joven no se había dado cuenta de que el semáforo había cambiado y el camión lo envistió rompiéndole el cráneo y volándole los sesos. Había una foto del accidente y aunque la noticia era bastante triste y cruenta, el no hizo más que reírse.

- Un día en la vida – dijo.

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